En la labor investigativa, al momento de presentar nuestros hallazgos, nos podemos encontrar con una gran variedad de documentos científicos.
Cada uno de estos formatos tiene su propósito y estructura específica, permitiéndonos compartir conocimientos, resumir evidencia, presentar resultados preliminares y profundizar en temas específicos.
La elección del tipo de documento dependerá de nuestros objetivos y del campo científico en el que nos encontremos.